El Greco

El Ministerio de Cultura comenzó en noviembre de 2006 el proyecto más importante de mejora de las instalaciones y renovación de la exposición permanente en la historia del Museo del Greco, desde que en 1910 fuese fundado por D. Benigno Flaquer, Marqués de la Vega-Inclán. Hasta que esta rehabilitación finalice se están exponiendo en otros lugares las mejores piezas del museo, en concreto 19 pinturas de El Greco.

Las obras del pintor cretense están fechadas entre 1600 y 1614, su última etapa de producción pictórica desarrollada en la ciudad de Toledo. Destacan en el conjunto un Apostolado completo; Las lágrimas de San Pedro, magnífico ejemplo de pintura devocional para oratorios particulares, y el espléndido San Bernardino, depósito del Museo Nacional del Prado en el Museo del Greco, pintado para el retablo que presidía la capilla del Colegio toledano. La exposición se completa con los retratos de los hermanos Antonio y Diego de Covarrubias, personajes destacados del Toledo de su época, hijos del arquitecto Alonso. Del hermano mayor, Diego, se expone otro retrato pintado por Alonso Sánchez Coello en 1574, que posiblemente El Greco utilizó como modelo para la ejecución del suyo, puesto que no conoció personalmente al ilustre obispo, que falleció en 1577.

La exposición muestra estas obras en el contexto del ambiente histórico de la ciudad de Toledo a principios del siglo XX, momento en que se crea el Museo del Greco y se recupera la figura del artista gracias a distintas conmemoraciones; así, junto a los lienzos del pintor se exhiben fotografías históricas dedicadas a sus obras.