Salomé en el Teatro Real

Del 11 al 28 de abril de 2010

La idea de llevar a la escena operística la escandalosa obra de teatro de Oscar Wilde (escrita originalmente en francés), estuvo llena de dificultades, pero fue un triunfo internacional. La obra está basada en el episodio bíblico de la princesa de Judea que, con su erotismo y sensualidad, trastorna de tal modo al tetrarca Herodes que, inducida por su incestuosa madre Herodías, pide y consigue la cabeza de San Juan Bautista, el único hombre que no ha sucumbido a sus encantos.

La ópera –escrita en una fiel traducción alemana de Hedwig Lachmann– contiene momentos de una sensualidad asfixiante, que han sido calificados de “lujuria sinfónica” (como la famosa “Danza de los siete velos”), y está estructurada en un solo acto sin interrupción. La producción, del canadiense Robert Carsen, que hace una sorprendente lectura de la obra del compositor alemán, no puede dejar indiferente a nadie.

La soprano sueca Nina Stemme, una de las grandes voces dramáticas de hoy, asumirá por segunda vez este papel, después de haberlo encarnado en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en la pasada temporada, con lo que se confirma como una de las cantantes más completas de nuestros días, no sólo en el repertorio alemán. Será su primera aparición escénica en el Teatro Real, y se alternará con su joven compatriota Annalena Persson, otra representante de la magnífica cantera escandinava actual. Ambas tratarán de seducir a dos de los jóvenes barítonos más destacados de la actualidad, el alemán Wolfgang Koch y el norteamericano Mark S. Doss, ante la mirada de las consagradas mezzosopranos Doris Soffel e Irina Mishura, como Herodías, y los expertos tenores Gerhard Siegel y Peter Bronder como Herodes.