Luisa Fernanda en el Teatro de la Zarzuela

Del 8 de abril al 22 de mayo de 2011

La zarzuela Luisa Fernanda, con música de Federico Moreno Torroba y libro de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, presenta una historia de amores reñidos y desinteresados en un Madrid convulso y un paisaje extremeño con toques idílicos; conflictos amorosos y políticos en el final del reinado de Isabel II.

“El 26 de marzo de 1932 se alzaba el telón del Teatro Calderón de Madrid para el estreno —«absoluto», habría que puntualizar, hoy que se «estrenan» tantas veces las mismas obras— de Luisa Fernanda, «comedia lírica» en tres actos. El libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, tándem de veteranos, acogía la música del también conocido maestro Federico Moreno Torroba, quien llevaba ya estrenadas a sus flamantes cuarenta y un años unas dos docenas de piezas líricas.

El éxito de Luisa Fernanda no fue pasajero, y las ciento cincuenta y ocho representaciones seguidas en el mismo teatro han llegado a centuplicarse en nuestros días. Ningún espacio teatral dedicado permanente u ocasionalmente a nuestro género lírico la desconoce, lo mismo en España que en Hispanoamérica, donde compañías líricas españolas, autóctonas o mixtas han sabido desde su estreno que el primer paso para una temporada viable tenía que darse con «la Luisa», constituida también en piedra de toque y muestra de calidad del elenco.

Parafraseando a uno de sus personajes, podríamos preguntarnos: pero ¿qué tiene esta dama? ¿Es, quizás, más «guapa» que tantas otras, incluidas las del propio compositor? ¿Más que su inolvidable La chulapona o su aplaudida Maravilla?...

Aventuremos una opinión. Tal vez sea la coherencia que los autores han conseguido en el tejido lírico-dramático; dicho de otro modo, entre lo «popular» y lo «culto», dentro de la partitura musical y entre esta y los diálogos, bien encajada la dimensión «romántica» con la épica de la historia narrada, partiendo de un texto en el que la veracidad de los acontecimientos —la «Gloriosa» revolución del 68— no resulta mero pretexto o telón de fondo, sino marco vivo que impregna el alma de todos los personajes, haciéndose personaje él mismo.…”

Glosas a Luisa Fernanda. Julián García León