“… Lo que vemos en Presas podría haber sucedido -de hecho, según descubrimos durante nuestra labor de documentación, sucedieron cosas parecidas muchas veces en nuestro país, en un tiempo felizmente pasado, pero no hace tantos años: la función ha sido vista por personas que vivieron aquellos momentos y circunstancias parecidas. Su emoción ha sido la nuestra. Nuestro homenaje es para ellos y, sobre todo, para ellas.
Pero no debemos dejar de pensar que lo que sucedió en el pasado puede repetirse: basta con que la ciudadanía haga dejación de su responsabilidad, basta con que el desencanto, el cinismo, combinados con la ignorancia y la pérdida del espíritu cívico, dejen paso a esos salvadores y padres de la patria que, finalmente, se convierten, casi indefectiblemente, en sus verdugos y violadores.
Si algunas veces tengo dudas sobre la utilidad de mi oficio, ocasiones como esta las disipan. Necesitamos el Arte, porque nos hace mejores, porque nos descubre o recuerda aspectos de la vida, nos ayuda a comprender y conocer. Nos hace disfrutar y al mismo tiempo nos pulsa cuerdas profundas del espíritu. Creo que Presas como espectáculo, como suma del generosísimo esfuerzo de un amplio grupo de personas, justifica esa denominación: Arte Verdadero.”
[Ignacio del Moral]